Manda Miento

Si existe algo realmente gratificante…es cuando tiras al aire una teoría, de la cual en realidad no estas del todo convencido, pero en cierta forma favorece a los hechos de ese momento. Y tiempo después resulta que era tan cierto eso que dijiste, que todo lo alocado que sonaba se transforma en ciencia exacta.

Hace un tiempo, en una charla dije que el bautismo del que tanto habla la iglesia cristiana en sus escrituras, en tiempos actuales se encontraba devaluado. Que me parecía que había quedado de lado todo el significado religioso con el que fuese creado en su momento. Y que actualmente  solo se trataba de una costumbre pagana.

Los mas religiosos me miraron de mala manera, murmuraron por lo bajo y hasta criticaron mis dichos.

También incluso me animé a decir que hasta habíamos dejado de lado ese concepto ancestral de pensar que los padrinos ocuparían el lugar de padre y madre en caso de que éstos le faltaran al niño.

Claro que me hubiese gustado que fuese de otra manera, y que realmente existieran esos códigos que se manejaban tiempo atrás. Claro que me gustaría ser más creyente de todo el circo, y pensar realmente que se trata de un acto de fe. Pero lamentablemente, se que no es así, y como dije al principio de este escrito…En ese momento, aunque no estaba del todo convencido y sonaba a excusa, me salio decir eso para que cierre de alguna forma lo que estábamos haciendo.

Recuerdo también que argumenté mis dichos diciendo: "Esto se trata solo de vivir el momento. Hoy son ustedes los que acompañan mi vida, y el hecho de elegirlos en ese roll es una forma de agradecer, de re-afirmar". Es decir "Hoy me siento bien" "Hoy son ustedes"…pero no se los obliga a nada mas que eso.

Años después, la teoría cierra a la perfección. "Me sentía bien" "Eran ustedes"…y solo se trató de una costumbre pagana, en donde se dicen cosas que nadie cumple…Incluido yo.-

Navidad es...

Recuerdo las navidades. Recuerdo las mesas largas con mucha gente.
Si hasta se podía oler eso que llaman “espíritu navideño” en la casa de mis abuelos.
Largos tablones y caballetes ornamentados por mujeres en el patio, al aire libre.
El tío entrando medio corriendo con el barril de cerveza, papá con la barra de hielo al hombro, y junto al abuelo, el ritual de armar la chopera para esa noche.
Recuerdo que eran largas noches interminables, cargadas de emociones, risas y ese niño correteando por ahí que era yo.

Se oían discusiones!…de política, de futbol, de religión…que no me importaba participar...Nada preocupaba mas que la llegada de las doce.
Escuchar anécdotas de adultos que poco entendía, pero que veía a los mayores reír con tal energía que atrapaban a cualquiera.
Jugar un poco con mi hermana, mis primos…Y también aburrirse un rato estaba en el plan. Como cualquier niño en una reunión.

Pero si hay algo que a la distancia se extraña y tal vez resulte la mejor prueba de que hemos crecido, es ese abrazo fuerte, muy fuerte!... multiplicado  por muchas veces que recibía a la hora de brindar.
Y no es que ahora no pase…eso no cambia. Lo que cambia es el contexto, los motivos, la emoción puesta en otras cosas.

La evolución

Dicen los biólogos, experimentados y sabihondos de estos temas, que el hecho de sacar un animal de su habitad natural, es directamente atentar contra su especie.
Que además no es recomendable el cautiverio de ciertas especies que por obra de la naturaleza han sido concebidas en cierto ámbito. Y que al querer acostumbrar forzosamente su comportamiento en otro, ésta perderá su instinto y por más que lo parezca ante la exposición, no será lo mismo.
Dejando de lado una posible creencia religiosa y volcándose hacia un pensamiento netamente científico, que defiende la teoría de la descendencia del ser humano de algún tipo de mono que fue evolucionando hasta llegar a aparentar lo que hoy somos…Pregunto:
-¿Ocurre lo mismo entonces, con un niño, quién quiso el destino naciera en algún punto determinado de este planeta que nos toca habitar y por necesidades de sus progenitores o por el simple anhelo de éstos deciden mudar sus pertenencias hacia otra urbe, colocando a éste ser vivo en otro habitad que no fuese el mismo que vio al nacer? 
La ciencia ya ha dado su veredicto sobre eso…"El hecho de sacar un animal de su habitad natural, es directamente atentar contra su especie".

Los ciclos

No importa si pueda resultar políticamente incorrecta la frase, de todos modos y aunque me duela debo decir: “No creo en la amistad”

Puede sonar mal, es cierto y lo entiendo. Sobre todo en oídos de quienes dicen llamarse “amigos”. Y seguramente molestará a aquellos que dicen tenerlos. Pero créanme que no se trata de la necesidad de escribir luego de un desengaño, o hecho en particular, si no más bien un conjunto de situaciones personales y ajenas que me llevan a cierta altura de la vida a pensar de este modo.

Empiezo a creer en los buenos momentos compartidos. En los agradables recuerdos que uno guarda con tal o cual persona. En vivencias a lo largo de la vida en compañía de otros. Y aunque prefiero quedarme con eso, lejos está de ser lo que me han inculcado de niño, y lo que uno espera del concepto “amistad”.
Y no estoy diciendo “Yo sí y ellos no”. Que no se interprete el escrito como un monologo de alguien que desde un lugar distinto o elevado viene a querer juzgar al resto. Al contrario!...Es solo un punto de vista de uno mas. No les quiero contar como soy, no me describo a mi  mismo. Intento interpretar un comportamiento social común.-

Yo también tuve mi “mejor amigo”, todos lo tuvimos, y la mayoría en algún momento lo fuimos. Esos son los buenos momentos compartidos, que uno atesora entre los más agradables recuerdos a lo largo de la vida, a los que me refería mas arriba.

Aunque cuando ese lazo supuestamente inquebrantable, esos códigos que se decían inviolables, esa conducta que se creía intachable o esa ciega mutua confianza se estropea. Pues entonces nada volverá a ser igual de ahí en adelante.
Nada quedará después de eso. Todo lo que venga después solo será nada.

Y podemos hablar, y pedir perdón, y dar explicaciones, y prometer…y podemos hasta incluso mentir para no herirnos más. Podemos hacer como que no pasó nada…Pero pasó. Paso eso que no tenía que pasar. Paso eso que pensábamos que jamás pasaría. ¿A quién no le paso?
¿Qué esperar de esa persona después de eso? ¿Qué esperar de otra persona después de eso? Si del que jamás lo esperarías vino el golpe, ¿Cómo confiar en la caricia alguien más?
Porque después de un tiempo, seguramente vendrán otros a ocupar ese lugar. Y podemos dejar lo que paso en la memoria, solo como un agradable  recuerdo de buenos momentos compartidos…Y podemos volver a creer…Y así…

Son ciclos que comienzan y acaban. Con unos y otros. Es la necesidad del ser humano de contar con alguien en la soledad. Con quien compartir, a quien contar, admirar, corregir, escuchar…esperar!  Aun a sabiendas de que pueden volver a fallarte, y que puedes volver a fallarle.

Lamentablemente, a veces nos damos cuenta y advertimos el ciclo. Generalmente a mayor edad, y después de haber pasado varias veces por esa secuencia repetitiva que te lleva al deja vu. Y entonces escribimos cosas tan desagradables y desacertadas para algunos como decir: -“No creo en la amistad…Solo tengo buenos recuerdos de  momentos compartidos a lo largo de la vida en compañía de otros...”

In Your Face

Ya no me importan tus “Me gusta”. Ya no me fijo en tu “visto”…Ya no me interesan tus sonrisas en las frías fotos mostrando una felicidad retratada en el imaginario.
Si hasta casi caigo en tu actuar errante de la red social. Casi que me expongo a tu aprobación siniestra de un clic demagogo e incierto.
Si te detuvieras a leer a los que te escribieron ayer, te darías cuenta que es solo una repetición constante de estupidez colectiva. Y lo que te dicen a vos, mañana se usará para aplaudir a otro que esté de turno.
Que idea brillante que tuvo el que dio vida a todo esto!... Llenar sus bolsillos a costa de la triste exposición de unos cuantos.
Que pobres de mente!...los que hacen uso de un sistema al pie de la letra, sin siquiera intentar burlarlo.
Yo estoy, tu estás, él está…Pero solo de tu y él se sabe fácil…de otros hay que saber descifrar…

Era joven

Sin poder opinar, por el respeto que le habían impuesto, el niño solo escuchaba a los adultos. Y aunque llegaba a pensar con cierto convencimiento de que estaban equivocados, era preferible callar.Claro, es que era apenas un niño, y le parecía todo tan lejano eso de ser mayor.

Le chocaban y no le cerraban expresiones como: -Pobre!...¡Era muy joven! ¡Se quedó viuda tan joven! ¿Qué va a hacer ahora sola?
Porque para el niño, que era niño, esa costumbre de los adultos de mostrarse invencibles ante la inocencia de un pequeño, lo hacían pensar  que el que se había ido ya había vivido demasiado, y la que se había quedado sola era lo suficientemente fuerte, mayor y adulta para afrontar esa situación sin mayores sobresaltos. O por lo menos así se lo habían explicado…

Incluso no había manera de comentarlo con sus pares pequeños. Es que todos en cierta forma habían sido criados de la misma manera, y tampoco encontraría allí una respuesta que evacue sus dolencias.
Y eso quedó grabado así en su subconsciente. Tal vez porque definitivamente siguió adelante con una infancia feliz. Y no había tiempo para detenerse a pensar demasiado en esas cosas.
Fue creciendo como todos, y ni siquiera esa rebeldía que caracteriza al adolescente le hizo ver las cosas de otra manera. Es más, nunca volvió a preguntarse al respecto.

Solo cuando llegó a esa edad, y vio que los demás también se acercaban a cumplir esa cantidad de años, la pregunta volvió a retumbar en su cabeza.
¿Qué estaba pasando?...Nada!...Solo es que se detuvo en su vorágine de vivir y pensó. Se comenzó a dar cuenta que la frase "los años pasan rápido", no es solo una frase armada. Que a pesar de todo lo vivido, no sentía tan lejano todo aquello.

Analizó y entendió entonces aquello de -Pobre!...¡Era muy joven!...porque sería como dejar el mundo aquí y ahora. Y de ser así, teniendo tanto por vivir y habiendo vivido tan poco, pareciera nada tendría sentido.
Imaginó entonces el terrible malestar de esa mujer, quedándose sola y sin saber qué hacer.
Es que tenía ya esos años encima y aun se sentía un joven!....Entendió entonces que realmente aquel que se había marchado esa terrible noche, también era joven, como afirmaban los adultos por aquel entonces. O por lo menos no había terminado de vivir lo suficiente.

Porque pasados los años, y a pesar de haber enfrentado los vaivenes de la vida misma, haber chocado una y otra vez, y haberse levantado. Haber reído y llorado con la misma intensidad…A pesar de todo…la esencia de su ser seguía siendo la misma que cuando era niño.
Entendió al fin entonces, que el adulto fuerte e invencible no existía y que todo se trataba de esa mentira piadosa y permitida que ahora él les contaría a sus hijos.
Finalmente, pudo darle respuesta a esa incógnita que lo acompañaba sin saberlo desde muy pequeño…Aunque la revelación solo trajo mas preguntas, que quién sabe algún día pueda contestar también.-

La teoría

¿Y si todo lo que creemos es solo lo que alcanzamos a ver?
De muy chico rondó por mi cabeza la idea de que somos como las hormigas. Sí, suena raro, pero voy a tratar de explicarlo.

Si observan con detenimiento una comunidad de hormigas, parecen ser ciertamente organizadas. Cada una tiene una labor, respetan un orden en su actividad…en fin, conviven civilizadamente.
Imaginen una pequeñísima hormiga que deambula por ahí. Para ella, un árbol atravesado en su camino debe resultar un obstáculo enorme de cruzar. Sin embargo nosotros humanos, lo cruzaríamos tal vez solo levantando la pierna y dando un paso largo.
Supongamos que tienen la capacidad de pensar, o aunque sea razonar algo, cosa que no podemos afirmar. Coloquen entonces ahora a este ser vivo frente a una habitación de un par de metros cuadrados. Debe resultar un lugar extensamente inmenso para sí.

Teniendo ese concepto, ahora ubiquémosla a la par de una zapatilla de un ser humano. Junto a ese objeto cotidiano para cualquiera de nosotros, seguramente por el tamaño ínfimo de la hormiga, ésta no logre ni siquiera distinguir la forma exacta de ese calzado.

O sea, su mundo diminuto para nosotros, es gigante para ella en todo sentido. Y nuestras formas y tamaños como seres humanos deber ser inimaginables para la hormiga.

De esa forma, se pueden fabular miles de cosas en el universo de la hormiga...Donde un cigarrillo tirado al suelo por un humano provoca un inmenso foco de calor imposible de apagar por la hormiga.
Un vaso de agua derramado sobre el pasto, puede crear una inentendible inundación en el pequeño ecosistema de sus vidas.
El aplastamiento de un zapato sobre decenas de hormigas, le causa la muerte de muchas de ellas, e incluso la desaparición de algunas, sin explicación para el resto.

Pequeños ejemplos de una teoría sin sentido común, que solo se basa en pensar que por su diminuto tamaño, no logran ver y distinguir la inmensidad del ser humano que convive a su lado…

Ahora bien…¿Y si nuestra existencia fuese similar a todo eso? ¿Si el árbol atravesado fuese una montaña difícil de cruzar? ¿Si un incendio forestal es ese cigarrillo arrojado? ¿Si la inundación es el vaso de agua? ¿Si un Tsunami fuese ese aplastamiento sin explicación ni sentido? ¿Y si el universo es esa habitación frente a nosotros que parece no tener fin? ¿Y si somos tan pequeños que no logramos ver y distinguir el calzado gigante de algún otro ser? ¿Y si todo lo que creemos es solo lo que alcanzamos a ver?

Cuestión de plata

Un diario anuncia que un tipo se gano un millón de dólares en un sorteo. Automáticamente en el círculo de amistades de quien haya visto la noticia, se activa la pregunta ¿Qué harías vos con esa plata?
Y casi naturalmente surge la respuesta: - Me voy!...No ve ven más!
Cualquier mortal de clase media en realidad tiene el fuerte deseo de irse. De no pertenecer más al mundo en el que vive. De escapar…¿Hacia dónde?...No se sabe. Solo le falta el dinero para hacerlo.-

Música & Terapia

Definitivamente, hay quienes disfrutamos la música de otra manera...Es tan raro lo que se siente en cada vibración, que hasta resulta extraño de explicar…

Solo ponerse a pensar un instante que todas las canciones que conocemos, absolutamente todas las que alguna vez escuchamos, giran en torno a tan solo siete notas musicales y sus variantes, es realmente maravilloso.
Alguien, alguna vez descubrió y enumeró esas siete notas de forma ordenada y después vino todo lo que vino después.
Explicando esto a alguien de otro planeta, que jamás halla escuchado una melodía, daría que pensar que éste recurso tan simple se agotaría al poco tiempo de ser aplicado. Sin embargo dicen, las mejores canciones son las que todavía no se han inventado.
Es que resulta de este arte una ciencia tan inexacta, que si bien existe una forma, las variantes son tan infinitas como oyentes puedan existir. Esas variantes se ponen en juego cuando aparece el factor emoción. Tanto del que compone, como del que escucha la obra. Allí en donde nace la inmensidad del genero y lo infinito de la composición e interpretación musical.
Dos compositores distintos, hacen dos canciones diferentes, en las que utilizan las mismas notas musicales. Sin embargo, cada quien con su espíritu y emoción hace de su composición una obra única.
Del mismo modo, dos oyentes distintos, con la misma canción en sus oídos, no sentirán lo mismo al escuchar.

La música es arte que se hace ciencia, pero que no existiría sin espíritu, sin emoción y sin sentimiento….Por eso empecé escribiendo “Hay quienes disfrutamos la música de otra manera”…Es tan raro!

Primero de Mayo

El sonido espantoso de un moderno celular, interrumpe un sueño hermoso en el que todo gira a su favor. Despierta temprano, aturdido, apurado sin motivo. Y antes de despegar del colchón, pretende planificar las próximas quince horas de su vida en tan solo un par de minutos. Sin advertir que ese día será igual que el anterior. Que también había planeado, pero ya no lo recuerda.
Un cafecito caliente que acompañan unas tostadas. No ha pasado ni un ratito y otra vez mira el reloj. No se sabe para qué, pero sabe que ya es tarde. Entonces apura el trámite y esta listo para andar.
No se fija en el camino, solo le importa llegar a encerrarse en la oficina. ¿Cuántas horas por semana? Nunca se puso a pensar!...Después de tanto estudiar, no vale la pena contarlas.
Lo importante es que está ahí, por un sueldo que le alcanza. ¿Para qué?...Por ingresos y egresos, nada mas que para eso.
Tarde, cansado, con hambre, sueño y hastío, emprende la retirada. Ya en camino piensa en frío: “Un día más para la jubilación”…Y eso le hace bien.

Las caretas

Se lo nota enchufado al bachicha! ¿Será que la compañía se está dando cuenta de lo yuto del gomía?...Y aunque sepa carpetear por su oficio de cirquero, del balurdo que ha inventado, no lo salva ni el que alumbra.-
Le ha gustado basurear, alardeándose el bacán. Siempre aceitando algún tongo, hasta que cayo no más. Eso pasa por otario, por creerse superior. Por pensar que un poco de tela le daba seguridad.
Se demuestra agayudo, aunque el jabón se le nota. No vaya a ser que un batista lo chamuye por detrás. Y se diga la verdad, la que todos ya conocen. Que por ser tan respetuosos han preferido callar.
Se acabó lo que se daba, no se preocupe al ñudo, que usted es muy popular y otro manú caerá.-

El reencuentro

-Hey!...Perdido!...¿qué te anda pasando?
-¿A mí?...nada.
-Dale!...Sé sincero!
-¿Vos fuiste totalmente sincero conmigo?
-No, a veces no…
-Entonces ¿porqué yo tendría que serlo hoy con vos?
-…
-¿No te guardaste nada? ¿Me dijiste todo lo que piensas sobre mí?
-Bueno, hay cosas que prefiero callar…
-Entonces ¿por qué yo tendría que decirte hoy lo que pienso?
-Pero…
-¿Porqué preguntas? ¿Me extrañabas?
-No, para nada!
-Y ¿por qué tendría yo que extrañarte? ¿Te preocupa eso?
-No, no…
-¿Me tenes presente a diario? ¿Te acordas de mi en tu quehaceres?
-No…Yo hago la mía!
-Y ¿Qué te hace pensar que el resto está pensando todo el día en vos?
-…
-Realmente ¿Querías tener esta charla?
-Definitivamente no!
-Yo sí…

Negar lo negativo

¿Será cierto que la negatividad afecta de mala forma en todo?
¿O solo es que cuando todo está bien y las cosas fluyen como queremos, nuestra mente olvida esos pensamientos negativos?
Esta nueva idea modernista de que lo que te pasa es porque queres que te pase, nos hace nuestros propios jueces y verdugos. Nos hemos convertido en esclavos de nosotros mismos. Cuando vemos las cosas no del todo como queremos, además de pasarlo mal ¿tenemos que aceptar que la culpa es nuestra?
Justo en ese momento, cuando todo está al revés, además de cargar con la preocupación del hecho, tendremos que enfrentar el deber de ponernos a la tarea de pensar y analizar ¿cuándo es que pensamos tan mal, como para que las cosas salgan así?
Y ahí es cuando no cierra el relato. Nadie pensaría mal una idea propia. Y si así fuese, no la ejecutaría hasta tanto estar seguro de no fracasar.
 ¿A quién se le ocurre pensar que alguien pensando negativamente algo, de todos modos lo hace? ¿Cómo no darse cuenta de estar afectando negativamente una idea, antes de empezar a concretarla?
Siguiendo tal lógica, además de responsables, que ya es una carga bastante pesada de llevar, el fracaso nos convierte en estúpidos. Porque no solo las cosas no resultaron como queríamos, si no que además ya habíamos pensado que iba a ser así, y de todos modos seguimos adelante con una idea que de antemano sabíamos que no iba a resultar.
¿Tan idiotas podemos ser?

Recorrida

12:54 – Linda hora para un trago!...dijo y emprendió su viaje al bar.
En el camino se cruzó con dos viejas, que por algo reían. Y al verlo venir se cambiaron de vereda para no cruzarlo.
En la esquina el policía se chamuya un canillita para saber las noticias de hoy sin invertir en eso un par de monedas.
La parada de colectivo, que junta más de diez con cara de preocupados. Y el taxi que pasa libre y despacito buscando su próxima victima.-
Más adelante los escolares, riendo a los gritos, sin una pizca de vergüenza. Un vendedor ambulante que intenta mentir mejor que ayer, para llevar un plato de comida a sus pequeños que esperan. La canción de fondo de alguna disquería, le pone aun más melancolía a este mediodía lluvioso de invierno en el sur.
El humo denso, celeste del auto que acelera roncando fuerte, consumiendo más que aceite intoxica el ambiente de un pueblo que supo ser mejor.
La señora de apellido, a la que todos conocen, barriendo la vereda de una tienda de renombre, que tiene más tierra e historia que clientes habitúes.
Lo saluda amablemente un ciudadano cualquiera, que parece ser de algún lado conocido, y aunque él no lo recuerda, solo sea por cortesía, le devuelve ese “Buen día” que dibuja en su rostro una sonrisa.
Y por fin! Después de tanto, el cartel que se le asoma, anunciando su llegada al barcito tan querido. A medida que se acerca, va calmando ya su antojo, imagina entre sus manos un vinito tinto rojo.
Pero como dice el dicho, Él propone y Dios dispone. Un cartel asesino de ilusiones, que pende de un hilo sobre la vieja puerta vieja de madera. “Cerrado”dice mi amigo!...”Abre después de la siesta”
Ya sin fuerza y sin motivos, el cansancio lo ha vencido. Empieza entonces la espera, sentadito en la escalera…porque no se anima a volver.

Sentir (Adaptación)

No me gusta escribir cosas sin sentido, aunque últimamente prefiero callar lo que realmente siento. Me inquieta cuando quiero decir algo y no me salen las palabras. Disimulo bastante bien cuando no puedo hablar porque se me hace un nudo en la garganta. Me duele la impotencia de no poder decir. Ya no me conmueven ciertas cosas, y me emocionan otras que antes no. De un tiempo a esta parte evito discutir cuando se ponen estúpidos, y me alejo.- Me desilusiona que me mientan y  más aun cuando sé que me están mintiendo. Me encanta hacerme el tonto, para saber hasta dónde llega la mentira. Me indigna la hipocresía de los que critican con vehemencia al mismo con el que después sonríen para la foto. Me molesta darme cuenta tarde de ciertas cosas. Me enojo conmigo mismo, cuando me traiciona ese que la intuición decía que me iba a traicionar. Odio cuando creo que algo va a salir mal y, efectivamente, sale mal. No quiero ser bipolar, pero no puedo evitarlo. Me saca la gente indecisa, aunque, a veces, soy yo el que no sabe que hacer. Me aburre la monotonía de los días, aunque poco hago por cambiarla. Me invade el mal humor cuando llueve, hace frío o si hay viento…Detesto los días de invierno! Sí, cuando estoy mal, soy la persona más pesimista del mundo. Y cuando me pongo estúpido, soy insoportable! A veces mi postura se asemeja a la de un loco, pero no es así. Me gusta quejarme, pero en realidad, soy feliz!


*Nota: La idea original de éste texto, se encuentra en varios sitios de Internet.- Más corto por cierto, y con otro espíritu de escritura e interpretación. Desconozco el autor al momento, si es que lo tiene. O si solo se trata de un párrafo copiado de otra obra. Lo cierto es que me agradó leerlo, me gustó la idea, lo tome prestado y modifique lo que creía necesario.- 

Las viudas

-Viste?...se murió no mas!
-Sí, pobre, era tan bueno!...De esos tipos que ya no quedan.
-Es cierto!...Tendríamos que ir a visitar a su mujer ¿no?
-Sí, por supuesto, y a los hijos!...no hay que dejarla sola en este momento.
-No, con lo que él nos quería, es lo menos que podemos hacer.

-¿Te acordás de este muchacho?
-Si!...¿Cómo no me voy a acordar?...Un genio!
-Un divino!
-Che!...¿Y la mujer?
-Hace poco la vi, con los pibes andaba…se la veía bien.
-¿Sí?...yo no los vi mas.

-Che!...¿Que será de la familia del pibe éste que falleció hace un tiempo?
-Ni idea!...Hace años que no voy a verlos!
-Pobre mina!...Tan joven que era él ¿no?
-Sí!...Y tan bueno!

-Atendéme!...¿Te acordás el tipo éste…?
-¿Quién?
-Este que era re bueno, casado, con hijos…Se murió joven!
-¿Quién?

El loco


Se despertó, se levanto de la cama y fue hacia el baño. Se lavo la cara, despegó sus ojo y cambió el aliento. 
Se quedó un rato mirándose al espejo y preguntándose en silencio si hoy encontraría eso que…¿quién sabe?…no existía.
Fue hacia la ventana a mirar, como todas las mañanas. Pero esta vez olvidó subir la persiana. 
Grande fue su sorpresa, porque igual pudo mirar…hacia adentro. Y descubrió que en definitiva tenía frente a sus ojos eso que tantas veces trataba de  encontrar en el horizonte…Y se emocionó.
Salió corriendo a contárselo a sus conocidos:
-Encontré lo que buscaba! Estaba dentro de mí!...gritaba sin tapujos a los cuatro vientos.
No lo entendieron, lo tomaron por loco, lo encerraron por tonto.